sábado, 1 de octubre de 2016


ROMANTICISMO ESPAÑOL

Contexto Histórico: LA ILUSTRACIÓN


En toda Europa se hablaba de que se estaba viviendo en la “Época de las Luces”, en que los hombres iluminados por la luz de la razón debían establecer una nueva organización que habría de reemplazar al caduco Antiguo Régimen.
Bajo el dominio de la razón el hombre se plantea nuevas interrogaciones: desprecia el pasado, reniega de las viejas creencias, enfrenta las doctrinas inamovibles de la iglesia y se vuelve hacia nuevas formas de pensamiento con la intención de iluminar sus conocimientos. Por ello el siglo XVIII se conoce como “Siglo de las Luces”.

La Ilustración, portal Historia Universal

El Romanticismo

Goethe 
Las desventuras del joven Werther (fragmento)

" Wilhem, ¿qué sería sin amor el mundo para nuestro corazón? Una linterna mágica sin luz. Apenas pones la lamparilla aparecen sobre tu blanca pared imágenes de todos los colores. Y aun cuando no fueran más que eso, fantasmas pasajeros, constituyen nuestra felicidad si los contemplamos como niños pequeños y nos extasiamos ante esas maravillosas apariciones. Hoy no he podido ver a Lotte, me retuvo una visita ineludible. ¿Qué hacer?. Le envié mi criado solamente por tener a mi alrededor alguien que hoy hubiera estado cerca de ella. Con que impaciencia le estuve esperando, con que alegría volví a verlo. Si no me hubiera dado vergüenza me habría gustado tomar su cabeza y la habría besado. Cuentan de la piedra de Bolonia que si se la pone al sol absorbe rayos y resplandece algún tiempo durante la noche. Lo mismo me sucedió a mí con el criado. La sensación de los ojos de ella se habían posado en su rostro, en sus mejillas, en sus botones y en el cuello de su casaca ¡hacíamelo tan sagrado, tan valioso!. En aquel instante no hubiera cambiado mi criado por mil táleros. ¡Me sentía tan a gusto en su presencia...! Dios te libre de reírte. Wilhem , ¿será la felicidad producto de la fantasía?. 


EL ROMANTICISMO EN ESPAÑA



Gustavo Adolfo Bécquer
Rima IX

      Besa el aura que gime blandamente
      las leves ondas que jugando riza;
      el sol besa a la nube en occidente
      y de púrpura y oro la matiza;
      la llama en derredor del tronco ardiente
      por besar a otra llama se desliza;
      y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
      al río que le besa, vuelve un beso.



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